Longines se prepara para un año marcado por importantes novedades en las que la historia y la tradición juegan un papel muy importante. Aunque algunas de ellas todavía se harán de rogar (la espera merecerá la pena), el nuevo Mini Dolcevita llega provocando un nuevo deseo y el nuevo Conquest da respuesta a una de las tendencias más aclamada de la temporada. Clásicos reinventados, una narrativa clara y tendencias que marcan una nueva era en el universo relojero dan forma a lo que está por llegar de Longines; charlamos con Bernardo Tribolet, Vicepresidente de Marketing, para conocer las claves de todo esto.
Mientras los relojes-joya se imponen como un must en la industria relojera, la colección Mini DolceVita sigue siendo un ejemplo de elegancia atemporal que presenta dos nuevos relojes de dos materiales que fusionan el acero inoxidable con el oro amarillo o rosa. “La familia Dolce Vita nació en 1997 y esta expansión está inspirada en un icónico modelo rectangular que la marca ya creó en 1927 aunque Longines comenzó a diseñar relojes rectangulares en 1910. Ahora estamos en un momento en el que resurgen los jewelry-watch y, por eso, decidimos sacar estas nuevas versiones”, nos cuenta Bernardo Tribolet, Vicepresidente de Marketing a nivel mundial de Longines, durante el Press Day celebrado recientemente. Estos relojes perpetúan igualmente la distinguida tradición de la marca suiza de crear exquisitos relojes-joya, un arte que Longines practica desde el s.XIX.
Así es que, la línea Mini DolceVita, como testamento a estos dos amplios legados, presenta ahora cuatro modelos impresionantes de dos materiales. Cada uno exhibe una caja rectangular de acero inoxidable y proporciones perfectas de 21,50mm x 29,00 mm, con una corona de oro dorado u oro rosado de 18 quilates.
“Ahora mismo se está experimentando una mezcla entre lo que es el reloj para mujer y el reloj para hombre aunque las mujeres también quieren algo más powerful por ello, en Longines, jugamos mucho con esto, que es algo único en la marca, ofrecer relojes tanto para hombre como para mujer siendo así la única marca, diría yo, que ofrece un 50% para ellos y otro 50% para ellas”, añade Bernardo Tribolet.
Hablando con Bernardo también recalcamos una de las tendencias que está marcando una nueva era en la industria de la relojería, los relojes con caja más pequeña y que es, precisamente, la gran novedad de la nueva línea Conquest. “Te olvidas de si es de 34 o no, si es de mujer o de hombre y, por eso creo que estamos en un periodo más abierto a nuevas posibilidades. Puede ser más unisex pero tiene la misma identidad, puede ser más o menos clásico; creo que se empieza a mezclar un poco todo creando esta nueva tendencia”.
En 1954 Longines registró Conquest como su primera colección con denominación protegida. A lo largo de los años, los relojes Conquest se han mantenido en todo momento fieles a su espíritu original aunando diseño atemporal, tecnología vanguardista y elegancia deportiva. Ahora, este reloj definitivo para cada día, amplía su colección con nuevos modelos en varios tamaños que van de los 30 mm a los 41 mm, completados con una variedad de materiales y colores. Estas últimas incorporaciones son una continuación del legado de elegancia deportiva que ha definido al Conquest desde que se convirtió en la primera colección Longines con marca registrada hace más de 70 años. Y precisamente es esta herencia la que Bernardo Tribolet destaca tanto, la misma que envuelve a Longines en un universo que perdura en el tiempo, que la hace reconocible y que crea un concepto que hoy gusta incluso a las nuevas generaciones, las mismas que también empiezan a interesarse por el universo de Longines. Como nos cuenta Bernardo, “para nosotros, los consumidores más jóvenes están creciendo mucho. Hay personas que quieren una historia, algo sencillo pero que tenga su parte de heritage y, en ese contexto, estamos muy bien posicionados. A estas nuevas generaciones que cada vez crecen más se une el gran grupo de coleccionistas con el que cuenta Longines”.
La colección ampliada de Conquest empieza por el refinado modelo de 30 mm, elaborado en dos materiales (acero inoxidable y oro), e incluye un bisel con una pieza de oro rosa de 18 quilates y una corona de oro rosa de 18 quilates. Está disponible con cuatro opciones de esfera muy distintivas: plateada, verde o azul con efectos rayos de sol, con índices aplicados dorados con tratamiento Super- LumiNova® para una legibilidad óptima en cualquier condición; y en nácar blanco con índices de diamante.
Así pues, Longines apuesta por un 2025 en el que el balance entre las líneas masculinas y femeninas será clave, con un estilo clásico y deportivo aunque teniendo en cuenta que la tendencia del momento precisa de es mezcla hacia piezas más genderless, todo ello con el heritage de una marca que ha evolucionado en el tiempo como principal protagonista, manteniendo, sin duda, su ADN. Y es que, como nos cuenta Bernardo “2025 es un año de celebración para nosotros. Cumplimos 100 años de nuestro primer reloj, de Dual Time Zone, de Wristwatch y todavía se vienen más novedades especiales a lo largo de este año”.
Además, Bernardo concluye afirmando que se sienten muy optimistas con el futuro de Longines.
