Hay relojes que marcan la hora. Y hay otros que marcan una manera de vivir. El Richard Mille RM 63-02 Automatic Worldtimer pertenece a esta segunda categoría: un reloj pensado para quienes habitan entre aeropuertos, océanos y husos horarios, pero no renuncian a la elegancia del detalle ni al placer de la precisión. La Maison Richard Mille vuelve a redefinir los límites de la alta relojería con esta pieza que combina maestría técnica, diseño arquitectónico y una elegancia funcional difícil de igualar.
Richard Mille convierte la complicación técnica del world-timer, una de las funciones más útiles y deseadas en relojería, en una experiencia casi poética. En lugar de recurrir a las tradicionales coronas o pulsadores, el RM 63-02 permite ajustar la hora local con un simple gesto: basta con girar el bisel de oro rojo microgranallado para que el reloj sincronice automáticamente las 24 zonas horarias. Una proeza de ingeniería discreta, precisa y, sobre todo, intuitiva.
El diseño, en oro rojo 5N microgranallado y titanio grado 5, fusiona la calidez del metal precioso con la resistencia del material técnico. Su caja redonda de 47 x 13,45 mm combina acabados satinados y pulidos, y se compone de 106 elementos, 12 de los cuales están dedicados al control del bisel world-timer. La ergonomía, pensada para acompañar al usuario durante todo el día, se complementa con una resistencia al agua de hasta 30 metros, verificada tras rigurosas pruebas de durabilidad.
El corazón del viaje: calibre CRMA4
En el interior late el calibre automático CRMA4, un movimiento de manufactura propio, desarrollado íntegramente por Richard Mille. Construido sobre una platina y puentes de titanio grado 5, combina ligereza, rigidez y precisión extrema. El diseño abierto de la esfera revela el mecanismo del world-timer, realzado por un puente monumental en rodio negro satinado que deja a la vista los engranajes móviles. A las 12 h, la gran fecha se presenta mediante dos discos esqueletizados de titanio, ajustables gracias a un pulsador de oro situado a las 11 h.
Otro sello distintivo de la firma, el selector de funciones, permite alternar con facilidad entre cuerda, ajuste y posición neutra mediante un pulsador a las 4 h, evitando así el desgaste de la corona.
El movimiento ofrece una reserva de marcha de 50 horas, garantizada por un rotor bidireccional en oro rojo 5N y titanio. La precisión se mantiene gracias a un tren de engranajes optimizado con un perfil evolvente de 20°, que asegura una transmisión de energía impecable al volante de inercia variable.
Belleza y técnica en equilibrio
Cada componente del RM 63-02 es una obra de arte por sí misma: el anglage pulido, los cantos biselados, los puentes microgranallados con tratamientos PVD, y el satinado circular de las ruedas son testimonio del nivel de excelencia artesanal que caracteriza a Richard Mille.
Con solo 100 piezas en edición limitada, el RM 63-02 Automatic Worldtimer representa la visión más pura de la marca: unir la innovación técnica con la elegancia del diseño. Una creación que demuestra que, en manos de Richard Mille, la verdadera complejidad es invisible, y la sofisticación se manifiesta en la sencillez más absoluta.
